Pastor Miguel Valverde – Obra misionera de Epuyen

Desde el primer momento, cuando muchos tuvieron que huir de sus casas y de la zona, Dios nos puso frente a un desafío inesperado.

Esa misma noche se hospedaron en el templo 2 familias, y al día sábado les estábamos visitando.

A partir de ese momento nos propusimos como Iglesia aceptar ese desafío y ver de qué manera podríamos colaborar.

Nos pusimos en contacto con el Departamento de Acción Comunitaria via Zoom y desde ese día a la fecha no solo ayudamos a 2 familias sino a 5 familias y a 2 hombres, ambos son vecinos y cada uno en su casa. Lo que hace un total de 7 casas.

Algo que nos ayudó, por nuestra inexperiencia, es que a nadie le ofrecimos nada, solo nos pusimos a su lado y si ellos manifestaban una necesidad puntual, tratamos de suplirla.

Algo muy hermoso fue que desde la primera visita pudimos orar con cada familia y entregarles una Biblia. Eso nos abrió la posibilidad de llevar confianza en el Señor.

Algo que quizás vale la pena remarcar es que cuando hablo del desafío que tomamos como Iglesia es que solo somos 15 hermanos, y como les digo «El poncho nos quedó grande» Pero a Dios le pareció bien que nos lo pongamos y con la ayuda de tantas Iglesias del país y de tantos hermanos en forma particular han hecho y permiten que esto continúe.

En nombre de la Obra Misionera de Epuyen (Dos que van) eso significa. Queremos agradecer a todos y cada uno por todo lo que hacen. Y quizás sea necesario aclarar que esto continúa ya que solo se está con la casa, y hay que hacerla habitable, camas, mesa, sillas etc. Recordemos que se les quemó todo.

Por mi parte gracias a Dios por esta oportunidad y gracias a cada hermano por su generosidad.

 

Pastor Miguel Valverde