VINCULACIÓN Y COORDINACIÓN

Entre la Asamblea, la Junta Administrativa y el Comité Directivo

ASAMBLEA
Cada dos años se reúnen las iglesias afiliadas en una asamblea donde se toman las decisiones que definen el rumbo de la Confederación. Allí se consideran y aprueban programas con sus estrategias que serán llevados a cabo durante los próximos años.
JUNTA ADMINISTRATIVA
Se integra por el presidente de la CEB, el secretario ejecutivo, nueve miembros elegidos por Asamblea y los presidentes de las áreas. Se convoca cada dos meses, para llevar a la práctica los asuntos encomendados por la Asamblea y determinar los lineamientos generales de los temas ministeriales y legales.
COMITÉ DIRECTIVO
Se reúne una vez al año. Participan los representantes de las asociaciones regionales, étnicas o por afinidad de todo país. Es un espacio enriquecedor, donde se comparte el avance y las limitaciones de la obra en la Argentina, en un intercambio directo con la Junta Administrativa y las áreas ministeriales de la CEB.

Entre las iglesias y las asociaciones (regionales, étnicas, por afinidad).

Esta tarea se realiza en forma conjunta con el presidente de la CEB y el presidente de la Asociación Nacional de Pastores. Se emprenden viajes de acercamiento y encuentros de trabajo en todas las regiones del país, propiciando la participación de todas las iglesias, con la finalidad de diagnóstico y consulta sobre el Plan Estratégico 2020 aprobado en la última Asamblea.
También se realizan encuentros específicos con algunas asociaciones por afinidad o étnicas (como es el caso de las iglesias Toba-Qom), con aquellas iglesias bautistas de gran crecimiento numérico, con la misma finalidad.

Entre las secretarias de la CEB

Para dinamizar y coordinar los temas legales, administrativos y relacionales, las secretarías se reúnen periódicamente y trabajan en consulta permanente una con la otra.

Entre las secretarías, las áreas de servicio y la Junta Administrativa.

Cada quince días se reúnen los directores de las áreas ministeriales, trabajando en conjunto las agendas, los propósitos, la comunicación y especialmente, las demandas y desafíos que surgen de cada zona.

Con una base de datos integral de finalidad misional

Uno de los desafíos clave, después del trabajo de relevamiento diagnóstico que se está realizando en cada zona, es confeccionar una base de datos integral, activa y dinámica. que sirva a toda la obra a los fines de desafío y crecimiento ministerial.

Para cumplir metas futuras

En función de los aportes recibidos de las iglesias y las zonas, y de cada uno de los encuentros de trabajo mencionados, nos hemos propuesto cinco grupos de metas a alcanzar en los próximos años:
• Metas ministeriales.
• Metas comunicacionales.
• Metas legales.
• Metas financieras.
• Metas edilicias.